viernes, 19 de diciembre de 2008

J.M.

Hago una pausa entre ir por Maq y revisar diseños, para sacar la hoja sobre la cual escribí comentarios que viajaron entre el humo del cigarro en el Bar La Negra, donde nos reunimos este jueves para coincidir con J.M. Servín y las revistas underground del de efe y este lado del país.

Antes nos fletamos varios minutos de estridencia en manos de un grupo de morras que acariciaron bajos, guitarras y la batería con tal enjundia que me llevaron a pensar: Ya no estoy para estos trotes. En la pausa sentí alivio y así pude charlar con J.M., la abreviatura misteriosa que en lo cotidiano sería simplemente, Juan Manuel.

El Servín pues, callado y con una cheve ingerida con cautela, hojeo a Shandy antes de ser acompañado por su editor, el Franco Félix, un tanto feliz, un tanto desconcertado por ser anfitrión sin saber que lo sería hasta pocas horas antes. Pero no fue el único incauto, porque el Vichu estuvo ahi para hablar (y vaya que hablo), sobre Altanoche y su relativo éxito, pero mejor aún, sobre las revistas que fueron y se han quedado en la memoria de un porcentaje de risa en nuestra ciudad, pero tan bien adentro que fue cálido saberlas de nuevo aunque sea en el recuerdo.

Horrorosos de horror, Lavidaloca, Oasis, La Rendija, Letras sobre papel, Portal motivo escribo, Gradas y Hasta mucho gusto, fueron mencionadas por el editor nocturno, a quien Manuel Llanes rebatió su ironía sobre lo light de Gradas, al señalar que en su momento fue editada por escritores con una línea religiosa evidente, que se ocuparon de realizar una publicación digna y bien cuidada con autores de mucho nivel.

Las diferencias fueron más, pero ello enriqueció la charla en torno a J.M. y su pensamiento; Franco intervino poco, más por el ánimo de su salud que por el deseo de participar. Lo cierto es que al inicio de su presentación hizo énfasis en su enojo con la Escuela de Letras de la Unison por estar ajena a las propuestas editoriales de sus alumnos y egresados, ocupados mejor en la academia y su línea institucional. También Llanes cuestionó el cuestionar esta postura de la Escuela, considerando que no es otro su deber.

Hay más que decir, pero, Maq me espera. Vale agregar que lejos de ahi, alguien veía las estrellas.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Murió el Morackis

Este 15 de diciembre al filo de la una de la tarde, falleció en Nogales, Sonora, el pintor Alberto Morackis. Autodidacta, se caracterizó por ser un artista inquieto que compartía su conocimiento y su intensidad con diversas generaciones, un ser humano con gran humor y capacidad crítica.

Originario de Nogales, Sonora (1959-2008), Morackis pertenecía al taller Yonke, a través del cual generó un movimiento de arte fronterizo que traspasó la línea entre Estados Unidos y México, hasta lindes europeas que ya reconocían su obra y la de artistas contemporáneos de esta región del país.

Expuso en forma individual y colectiva desde 1998 en espacios públicos y privados en Nogales, Hermosillo, Ciudad Obregón, Álamos y Guaymas, Sonora; así como en las ciudades de Querétaro, Ciudad Juárez, y en Nogales, Tucson y El Paso Texas, en Estados Unidos.

Colaboró en revistas, libros y periódicos con viñetas e ilustraciones de Sonora, Jalisco y Nogales, Arizona. Fue seleccionado en 1995 y 1996 en el Concurso Estatal de Artes Plásticas del Instituto Sonorense de Cultura, y participo en ambas ocasiones en la muestra itinerante por el estado.

Fue reconocido con una mención honorífica en el Concurso binacional México-Estados Unidos de Norteamérica de artes visuales "Ford-Pollock-Siqueiros" en su edición 2000, del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y la Fundación Ford.

Impartió talleres y cursos en la Casa de la Cultura, de Nogales Son. México. Obras suyas son parte del patrimonio cultural del Instituto Sonorense de Cultura y la Universidad de Sonora. Fue miembro del Consejo Municipal de Cultura y las Artes de Nogales, Sonora de 1999 a 2000.

Este 16 de diciembre su cuerpo será velado en la Funeraria Noriega, en Nogales, Sonora, a partir de las 4 de la tarde.

Braulio aquí

El taller comenzó el jueves y ese día me tocó actualizar a detalle el programa de un festival en la sala de juntas del ISC. En el curso de esas horas quise tomar mis cosas e irme.

El pasado fin de semana estuvo aquí Braulio Peralta, durante 25 años fue periodista y actualmente trabaja como editor de Planeta en la ciudad de México. Fue un alivio conocerle. Estuvo en Hermosillo para propiciar una autocrítica, creí que sobre técnicas periodísticas, pero se fue al origen de ello, y nos observó e hizo que nos observáramos.

El teatro fue una constante y sus géneros principales: tragedia, melodrama, farsa, pieza, comedia. A partir de ahí se refirió al drama de la vida y así ubicamos a propios y extraños en el género que podría acomodarles.


Alcancé el final de la primera sesión del taller y llevamos a cenar al maestro. El viernes fui dos horas y el sábado, de las cuatro horas que restaban probé tres. Así que me refiero a cerca de cinco horas en las que me di el tiempo para estar conmigo y escuchar, entre muchas otras palabras, que debemos tener cuidado de ocultarnos de nosotros mismos.

Ay de la persona que no cuente consigo misma, leyó Emilse Valencia citando a Ramón Valdez en una entrevista que no ha publicado y en la que escribió otra cita de él como entrada para la semblanza: ¿Qué tan Emilse eres ahora? Nos quedamos con la duda porque leyó un cachito pero la pregunta se me quedó al igual que muchas otras. ¿Qué tan Alejandra eres? ¿Qué de lo que era y me gustaba he mantenido?, ¿qué está dormido?, ¿qué destruí?, ¿qué mejoré?

Varios silencios estallaron esas horas. Braulio me regaló miradas y permití que me describiera como una mujer entregada pero atribulada entre la familia, el trabajo y mi nostalgia por el periodismo y la escritura. Que lo profesional no se deslinda de lo personal, que cada quien tiene intereses y no dejamos de ser lo que somos. Uno siempre es incompleto, ¿no? Algo llenamos y luego algo está vacío, entonces ¿qué somos capaces de darnos, asumir, regalarnos?

Y así estos días, he pensado que soy periodista, que no debo minimizar lo que hago y que no me atrae la idea de mentir sobre lo bien que me sale todo. He pensado que estoy de paso y no me refiero a la institución, sino al instante de vida que ocupo y habría que ver, qué tanto aprovecho esta oportunidad. Quiero volver al periodismo. Es una deuda que sí quiero pagar.

Las coincidencias no existen. Hay personas que te tocan, ni hablar...

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Braulio estará en Hermosillo

Taller
Por un periodismo cultural autocrítico

Por Braulio Peralta

1.- La historia de la cultura como el antecedente lógico de la historia del país, esto es, la historia camina y tiene sus raíces más profundas en la cultura. A la revolución mexicana, la literatura de la revolución y el muralismo, a la conquista, la novela histórica y la historia como respuesta. La cultura, pues, es una respuesta a la historia de un país, del mundo en general. Sin historia no existe el arte. Otro ejemplo, al movimiento cristero, la comedia, como hoy en el teatro con Sursum Corda, de Héctor Mendoza.

2.- La cultura mueve y conmueve, contrario a la historia convertida en escenario político, que paraliza, o provoca mítines, marchas, revoluciones. El 68, el 88, el 2000 y 2006. Y la profusión de libros sobre el tema, primero la historia escrita, después el suceso literario. Pero antes la Independencia de México, la Revolución Mexicana. La diferencia estriba que cuando el lector, el espectador, se acercan a la cultura, se sensibiliza, cambia su perspectiva y se le mueve el corazón y la razón: quiere hacer algo para cambiar las cosas. No se escribe para eso, pero el suceso cultural lo provoca. Es irremediable el movimiento cultural cuando hay historias para contar. Historias al límite, de preferencia.

3.- En qué sirve esto a los creadores. Ese es el tema central y último de la primera parte de mi intervención y la respuesta de los alumnos. Les dejaré un ejercicio práctico para al día siguiente discutirlo, hablarlo, proponerlo. Llegarán con un material que pueden empezar a hacer hoy, desde ahora si quiere ir mejor, aunque me gusta el accidente que pueda provocar la propia dinámica de la clase. Un ejemplo: alguien puede escribir de lo que sucedieron esas ocho horas: crónica, artículo de fondo, crítica literaria...Las opciones son múltiples, pero que tengan del viernes al sábado a primera hora para llegar a un fin muy concreto. Si no logro esto, el que fracasa es el maestro. Dinamizar lo pensado.

4.- Dependiendo del tipo de trabajo que resulte, el profesor, yo, estaré expuesto a lo que los alumnos son capaces de dar. NO basta con dar lecciones, sino concretizar actos creativos, de periodismo en los diferentes géneros, de literatura, o de ensayo, en otros géneros. Y si nos sale un pintor o un músico, aprender a ver u oír. Los sucesos se dan por hechos concretos y es necesario dejarlos que existan.

5.-Un ejercicio de crítica y autocrítica. Un repaso a la bibliografía memorable para no confundir a Claude Simon o Becket con Mario Bellatin, o a Bukowsky con Fadanelli, para encontrar que el arte es universal no nacional, no regional, no local. Por no conocer el universo estamos llenos de personajes que pensamos universales y solo tienen ruido en su patria. Universal es una palabra que provoca miedo y es con lo que nos tenemos que enfrentar los que nos dedicamos a la enseñanza o a la creación.

6.- Uno a uno, nadie dejará de participar. Qué leemos y por qué la tendencia. Aprender a discriminar el gusto personal frente algo nuevo pero no necesariamente criticable. Ser capaz de mirar lo que no nos gusta con la estética por delante. Leer, mirar, oír, sentir. Los cinco sentidos abiertos al arte nos harán mejores críticos o creadores.

De eso va el programa.

Espero que sirva esto como introducción para que nadie se asuste de lo que nos espera. Muy interactivo, muy abierto, pero con un trabajo intenso de información, de nombres, citas, libros, cuadros, canciones. Si salimos reprobados todos me daré por satisfecho porque ahí empieza el reciclarse frente a los deseos de la creación. Con armas más tangibles, menos soñadoras. Que se abstengan los que no son capaces con enfrentarse a sí mismos y que sean capaces de rebasar al maestro. Porque los maestros no somos más que un pretexto para detonar el pensamiento y la creación. Los autodestructivos o poco autocríticos, absténganse.

Como parte del ciclo Periodismo cultural: Por una construcción crítica y creativa, del jueves 11 al 13 de diciembre se realizará el taller Por un periodismo cultural autocrítico, a cargo de Braulio Peralta, en sesiones de cuatro horas diarias, de 16:00 a 20:00 horas (de miércoles a viernes) y de 10:00 a 14 horas (sábado), en la sala de cine Alejandro Parodi, en la Casa de la Cultura de Sonora. Gratuito. No es recomendable para toda la familia.