Deudas de campaña

Saldar compromisos de campaña es un asunto añejo, nos guste o no. En México, durante la dictadura del PRI y luego con el panismo, se ha realizado esta práctica celebrada por los que llegan, criticada por los que se van. La persona seleccionada como líder, decide, acepta, permite que en las diferentes áreas de su gobierno se acomoden los que le imprimieron las lonas, los que reunieron gente en sus actos de proselitismo, los que consiguieron más recursos para aplicarlos durante su gobierno y así sucesivamente, hasta acomodar al mayor número de personas posible... Sin embargo este asunto no se puede tomar tan a la ligera, los que llegan se encuentran con sindicalizados y plazas que concluirán meses adelante. Además, hay programas en proceso que requieren el conocimiento adquirido y por lo tanto, mejor esperan su término para hacer los movimientos necesarios. Hasta aquí nada nuevo bajo el sol, nada diferente a lo sucedido en otros cambios de administración.

En el campo de la cultura y el arte en Sonora existen varias decenas de personas que durante años se han dedicado a la creación, producción, promoción y administración cultural. En cada área artística hay diversas especialidades para lo cual se han preparado con estudios ya sean universitarios, diplomados, talleres y, sobre todo, la práctica que otorgan los años en esto. En las artes escénicas, contamos con coreógrafos, directores, bailarines, actores, escenógrafos, iluminadores, vestuaristas, maquillistas, directores; a los que se suman la creatividad del fotógrafo, el diseñador, el publicista o promotor. Y así nos podríamos ir con la música, literatura, artes visuales y plásticas y labor editorial. También están los bibliotecarios, encargados de museos, promotores de lectura y los administradores, con un papel fundamental para el buen desarrollo y término de proyectos. Habría que agregar la existencia de poco más de veinte asociaciones civiles, así como grupos artísticos de amplio reconocimiento nacional e internacional.

Ante este panorama, deseamos de corazón que el sector artístico y cultural sea considerado para consolidar e impulsar los proyectos venideros y no personajes a los que deben acomodar sin que sepan bien a bien a lo que van…aunque suene a refrán.